Introducción
Actualmente pasamos más del 80% de nuestro tiempo
en ambientes cerrados, ya sea en el trabajo, en nuestro hogar o tiempo libre
(centros comerciales, bares, cines, etc).
Esta forma de vida en espacios interiores ha
motivado que la calidad de aire interior sea de interés general y
consecuentemente de interés laboral.
En ocasiones este aire no reúne las condiciones
idóneas para la salud y es necesario conocer sus características para tratarlo
y así prevenir y evitar futuros problemas laborales, malas condiciones de
trabajo, bajas laborales, etc.
SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO
El Síndrome del edificio enfermo se origina por los
efectos nocivos para la salud producidos por los contaminantes del aire
interior de los locales y varían desde una mínima incomodidad, hasta
enfermedades respiratorias, cáncer y en los casos más extremos, muerte. Ello ha
motivado en varios países a la formación de grupos interdisciplinarios
compuestos por ingenieros, arquitectos, médicos alergistas y dermatólogos, para
estudiar este fenómeno y divulgar sus causas y soluciones.
El Síndrome del Edificio Enfermo (SBS) fue
reconocido como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
1982, comprendiendo los edificios en los que un porcentaje de más del 20% de
personas experimentan efectos agudos sobre la salud y el bienestar.
Se ha demostrado mediante estudios realizados, que
cuando las personas permanecen gran cantidad de tiempo en el interior de los
edificios y especialmente en oficinas o lugares de trabajo, pueden ser afectadas
en su salud debido a que los niveles de polución pueden llegar a ser elevados.
El malestar físico, la irritación o la sequedad de
los ojos, la nariz y la garganta, tos, náuseas y problemas respiratorios así
como fatiga mental, alteraciones de memoria, somnolencia, apatía, mareos o el
estrés son algunos de los problemas de salud en las personas afectadas por el
Síndrome del Edificio Enfermo, tipificado por los estudios realizados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Características
de los Edificios
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Prevalencia del problema
La
OMS estima que un 30% de los edificios están afectados y que presentan síntomas
del 10 al 30% de sus habitantes.
Los
estudios demuestran que la mayoría de los episodios son de etiología
multifactorial. Es característico que presenten síntomas poco después de entrar
al edificio y se alivien poco tiempo luego de salir.
Las
personas atópicas, con antecedentes de rinitis o asma en general están más
predispuestas a desarrollar síntomas relacionados con la calidad del aire
interior.
Síntomas
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Son
más frecuentes por la tarde que por la mañana, el personal de oficina es más
propenso que el directivo a experimentar molestias, estas molestias son más
frecuentes en el sector público que en el privado y las quejas son más
abundantes cuanto menos control tiene la gente sobre su entorno.
¿Cómo mejorar la salud de en un edificio?
1º) Eliminar el contaminante o sus fuentes de
alimentación y producción (prohibir fumar, retirar paneles de asbesto, etc.).
2º) Usar
materiales menos peligrosos.
3º)
Encapsular, apantallar, recubrir, alejar u otras formas de separar los
contaminantes del contacto con las personas o el medio ambiente.
4º) Mejorar
la selección de materiales, de métodos de mantenimiento y de sus espacios, de
los procesos de aireación.
5º) Suprimir
el polvo y limpiar a fondo todos los recintos del edificio.
6º) Realizar
buenas prácticas de operación y mantenimiento de los equipos electrónicos y, en
especial, de los sistemas de aire acondicionado o de calefacción por aire
caliente.
7) las
plantas disminuyen la contaminación interior