jueves, 26 de marzo de 2015

Síndrome del Edificio Enfermo

Introducción

Actualmente pasamos más del 80% de nuestro tiempo en ambientes cerrados, ya sea en el trabajo, en nuestro hogar o tiempo libre (centros comerciales, bares, cines, etc).
Esta forma de vida en espacios interiores ha motivado que la calidad de aire interior sea de interés general y consecuentemente de interés laboral.

En ocasiones este aire no reúne las condiciones idóneas para la salud y es necesario conocer sus características para tratarlo y así prevenir y evitar futuros problemas laborales, malas condiciones de trabajo, bajas laborales, etc.

SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO

El Síndrome del edificio enfermo se origina por los efectos nocivos para la salud producidos por los contaminantes del aire interior de los locales y varían desde una mínima incomodidad, hasta enfermedades respiratorias, cáncer y en los casos más extremos, muerte. Ello ha motivado en varios países a la formación de grupos interdisciplinarios compuestos por ingenieros, arquitectos, médicos alergistas y dermatólogos, para estudiar este fenómeno y divulgar sus causas y soluciones.
El Síndrome del Edificio Enfermo (SBS) fue reconocido como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1982, comprendiendo los edificios en los que un porcentaje de más del 20% de personas experimentan efectos agudos sobre la salud y el bienestar.
Se ha demostrado mediante estudios realizados, que cuando las personas permanecen gran cantidad de tiempo en el interior de los edificios y especialmente en oficinas o lugares de trabajo, pueden ser afectadas en su salud debido a que los niveles de polución pueden llegar a ser elevados.
El malestar físico, la irritación o la sequedad de los ojos, la nariz y la garganta, tos, náuseas y problemas respiratorios así como fatiga mental, alteraciones de memoria, somnolencia, apatía, mareos o el estrés son algunos de los problemas de salud en las personas afectadas por el Síndrome del Edificio Enfermo, tipificado por los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Características de los Edificios

*      Sistema de ventilación forzada que generalmente es común a todo el edificio.
*      Localización de las tomas de renovación de aire en lugares inadecuados
*      Construcción ligera y poco costosa.
*      Superficies interiores recubiertas con material textil, incluyendo paredes, suelos y otros elementos de diseño interior
*      Practican el ahorro energético y se mantienen relativamente calientes con un ambiente térmico homogéneo.
*      Edificios herméticos en los que, (ej.las ventanas no pueden abrirse.)

Prevalencia del problema

La OMS estima que un 30% de los edificios están afectados y que presentan síntomas del 10 al 30% de sus habitantes.
Los estudios demuestran que la mayoría de los episodios son de etiología multifactorial. Es característico que presenten síntomas poco después de entrar al edificio y se alivien poco tiempo luego de salir.
Las personas atópicas, con antecedentes de rinitis o asma en general están más predispuestas a desarrollar síntomas relacionados con la calidad del aire interior.

Síntomas

*      Irritación de ojos, nariz y garganta.

*      Sensación de sequedad en mucosas y piel.
*      Disfonía
*      Disnea
*      Erupciones cutáneas
*      Prurito
*      Náuseas, mareos y vértigos.
*      Cefaleas
*      Fatiga
*      Elevada incidencia de infecciones respiratorias
Son más frecuentes por la tarde que por la mañana, el personal de oficina es más propenso que el directivo a experimentar molestias, estas molestias son más frecuentes en el sector público que en el privado y las quejas son más abundantes cuanto menos control tiene la gente sobre su entorno.

¿Cómo mejorar la salud de en un edificio?

1º) Eliminar el contaminante o sus fuentes de alimentación y producción (prohibir fumar, retirar paneles de asbesto, etc.).
 2º) Usar materiales menos peligrosos.
 3º) Encapsular, apantallar, recubrir, alejar u otras formas de separar los contaminantes del contacto con las personas o el medio ambiente.
 4º) Mejorar la selección de materiales, de métodos de mantenimiento y de sus espacios, de los procesos de aireación.
 5º) Suprimir el polvo y limpiar a fondo todos los recintos del edificio.
 6º) Realizar buenas prácticas de operación y mantenimiento de los equipos electrónicos y, en especial, de los sistemas de aire acondicionado o de calefacción por aire caliente.
 7) las plantas disminuyen la contaminación interior